Tener miedo a ir al médico es un problema de salud pública añadido al covid-19. Pacientes con otras patologías no van al médico por miedo al contagio.
Tener miedo al médico se está implantado. El estado de alarma ha provocado que pacientes con patologías distintas a la covid-19 hayan decidido no acudir al médico por temor al contagio. Estudios recientes coinciden en indicar por ejemplo que la atención a pacientes con angioplastias en caso de infarto agudo ha disminuido un 40%. Lo mismo sucede con el ictus, el núnero de pacientes que han acudido al especialista por este motivo se ha reducido un 30%.
En este sentido hay que cuidar los mensajes de no salir de casa para que el miedo a ir a los hospitales no pase factura en la salud de la sociedad. Incluso, hay que hablar de que pueden aumentar la mortalidad, también entre la población infantil.
Es claro que la atención temprana salva vidas. De esta manera retrasar la visita al especialista o urgencias puede suponer un serio empeoramiento de la salud de pacientes con patologías de todo tipo. Ello impide y un diagnóstico y tratamiento apropiados. Así puede agravarsela patología y la salud.
Además la realidad en los hospitales está confirmando esta tendencia ya que la atención a diversas patologías se está retrasando. Cuando la realidad es que se han diseñado circuitos seguros para evitar contagios, en beneficio de todos: de la salud de los sanitarios y de los pacientes.
Un ejemplo: en apendicitis aguda, la patología quirúrgica abdominal más frecuente, ya que el 7% de la población la sufrirá en algún momento, “sabemos que entre un 16-40% de los casos se perforan, y en tiempos de covid-19 esta cifra casi se ha multiplicado por 2 en los pacientes que finalmente acuden a los hospitales”, explica el doctor Baulenas. El doctor es director corporativo asistencial y de investigación de Vithas.