Los pies del 90% de las personas mayores padecen problemas.
Los pies del 90% de las personas mayores padecen problemas. Los mayores vuelven a salir de casa después de muchas semanas de inactividad. Por eso es recomendable cuidar los pies ahora que hemos vuelto a salir.
El dato es que el 90% de las personas mayores de 65 años padecen problemas en los pies. Las mujeres más, tienen hasta cuatro veces más patologías que los hombres.La razón es que son más dadas a utilizar zapatos incómodos y con algo de tacón. Las más comunes son ampollas, callos, rozaduras… No son graves, pero sí molestan e impiden caminar con normalidad. Veamos algunas de ellas:
Ampollas
La más común de las dolencias en los pies hoy en día. Son una acumulación de líquido que se produce por la fricción que la piel hace contra el calzado de una manera repetitiva y es un mecanismo de defensa de la piel ante el rozamiento continuado de una parte del pie con el calzado o entre los dedos. Para evitarlas, lo mejor es tener la piel hidratada con cremas específicas para los pies, usar calcetines y calzado correcto.
Callos
Callos y callosidades son más graves en las personas mayores porque sanan más lentamente. Son engrosamientos de la piel por la fricción o presión continua del calzado, pero éstos no contienen líquido en su interior y son más gruesos. Para evitarlos lo mejor es prevenirlos con un calzado adecuado, como unas zapatillas de deporte que se ajusten a la forma del pie.
Las uñas cambian con la edad
Con los años, crecen más lentamente y se vuelven duras y engrosadas. Es posible que aparezcan líneas longitudinales y que cambie su color y transparencia. Sin embargo, estas alteraciones también pueden deberse a infecciones por hongos, déficits nutricionales, traumatismos, etc., por lo que, si persisten, deben consultarse con el médico o el podólogo.
Hay que cortar las uñas de los pies siempre en línea recta, para evitar que puedan encarnarse. Las personas mayores pueden tener dificultad para hacerlo, bien por su dureza, bien por problemas de movilidad, por lo que es aconsejable que pidan ayuda a algún familiar siempre y cuando puedan asegurarse las debidas medidas de protección o acudir a un podólogo, pero llevarlas cortas es importante para que el calzado no haga daño.
Talones agrietados
Hay que prevenir la sequedad no solo por estética, que también, sino porque la piel es una importante barrera para evitar la entrada de gérmenes. Para mantener los talones hidratados se recomienda no abusar de los zapatos o zapatillas abiertos en el talón.
Medidas para tener unos pies sanos:
- -Lavar los pies al menos una vez al día.
- -Utilizar la clásica piedra pómez para mantener la piel en buen estado, especialmente en los talones.
- -Realizar duchas de contraste con agua fría y caliente para activar la circulación.
- -Aplicar cremas hidratantes, exceptuando el espacio entre los dedos.
- -Cuando no sea posible andar, masajear los pies periódicamente y practicar ejercicios en casa.
- Limitar el uso de tacones a ocasiones especiales en las que no haya que caminar.
- Al final del día, colocar los pies en alto, por encima del nivel del corazón, para mejorar la circulación.
- Llevar una dieta baja en sal para reducir la retención de líquidos y la hinchazón de pies y tobillos.
- Usar medias de compresión si el médico lo aconseja en caso de problemas circulatorios.
- Mantener el peso adecuado.