Consejos de Ópticos-optometristas para no descuidar la protección visual este verano tras el confinamiento.
Los Ópticos-optometristas nos dan consejos y nos recuerdan que los riesgos para nuestra salud visual se multiplican en forma de radiación solar. También por problemas derivados del baño, como el cloro de las piscinas, que es un irritante que altera de forma significativa la superficie ocular. Además está la sequedad de la propia estación que provoca una mayor evaporación de la lágrima y aumenta la sensación de ojo seco.
Consejos
- Llevar gafas de sol de calidad y polarizadas, es decir, lentes con un filtro especial que bloquea la luz reflejada y permiten una visión sin reflejos.
- Las gafas de sol deben bloquear como mínimo el 99% de la radiación ultravioleta A, B y los rayos infrarrojos.
- El filtro solar tiene que proteger completamente de la radiación ultravioleta, independientemente del color del cristal, y adaptarse al uso que vaya a hacerse de las gafas de sol.
- Es importante usar monturas que cubran los laterales del ojo con el fin de no dejar pasar la radiación solar.
- Evitar los baños con las lentes de contacto puestas, ya que se puede contraer infecciones con más facilidad.
- Tomar el sol con precaución y con los ojos cerrados. Es recomendable evitar las horas centrales del día, ya que la radiación es mayor.
- Hidratar los ojos con lágrimas artificiales para evitar la excesiva sequedad ocular provocada por el calor y los aires acondicionados.
- Acudir al óptico-optometrista de confianza para que pueda prescribir la protección visual adecuada.
Aclarar que los ópticos-optometristas destacan que la aplicación de medidas de prevención frente al coronavirus no debe provocar que la población se relaje en la protección visual frente al sol en esta época del año en la que los problemas visuales aumentan hasta un 25% por los daños que ocasiona la radiación ultravioleta.
En este sentido, el uso de gafas de sol homologadas de establecimientos sanitarios es un consejo fundamental. Sobre todo las personas que tienen ojos claros, que han sido intervenidas de cataratas o sufren algún tipo de trastorno ocular, como problemas de la mácula o glaucoma, deben extremar las precauciones, ya que son más sensibles a las condiciones de alta luminosidad. Del mismo modo, los niños deben utilizar gafas de sol homologadas porque el ojo de los más pequeños resulta más vulnerable que el del adulto.