El 22 de febrero se conmemora el Día Mundial de la Encefalitis. Se trata de una enfermedad que produce inflamación en las estructuras que conforman el encéfalo (cerebro, cerebelo y tronco del encéfalo) y que puede afectar a tejidos circundantes como las meninges (meningoencecefalitis).
Además, a pesar de su baja incidencia, constituye un importante reto sanitario debido a su alta morbi-mortalidad.
Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), la encefalitis tiene un índice de mortalidad de entre el 5-20% de los casos y deja secuelas en más del 20% de los supervivientes.
También es importante destacar que esta mortalidad y discapacidad, que ya es considerable en países con un sistema sanitario desarrollado, es mayor aún en países de bajos ingresos.
Aproximadamente en Europa, se producen entre 0,5 y 7 casos por cada 100.000 habitantes al año. Sin embargo se trata de una enfermedad infradeclarada, bien porque presenta síntomas atípicos o porque no se llega a identificar el agente causal.
Teniendo en cuenta estudios europeos, la SEN calcula que en más del 50% de los pacientes no se identifica el agente causal.
Existen encefalitis causadas por agentes tóxicos y cada vez un número mayor de anticuerpos identificados que pueden causarla (encefalitis inmunomediadas).
Este tipo tendrá un tratamiento específico y en muchos casos eficaz.
No obstante, la causa más frecuente continúa siendo la infecciosa y existen múltiples agentes patógenos que la pueden producir (virus, bacterias, hongos, etc).
Los virus, los causantes más habituales de la encefalitis
Los virus son los causantes más habituales y, hasta la fecha, se han identificado más de 100 virus capaces de infectar el sistema nervioso central.
En España, los principales son los virus de la familia herpes (herpes simple, virus de la varicela-zoster,…), los enterovirus y los virus trasmitidos por animales (como mosquitos o garrapatas). Los virus del sarampión, paperas, polio o rubeola también pueden causar encefalitis muy graves en las personas no vacunadas.
Además de los virus comunes, como la gripe, en ocasiones surgen nuevos agentes virales respiratorios que causan epidemias o pandemias asociadas con síntomas más graves.
Por ejemplo, esto ocurre cuando los virus presentes en reservorios animales, cruzan la barrera de las especies como una estrategia oportunista para adaptarse a nuevos anfitriones.
Virus respiratorios similares al nuevo coronavirus (COVID-19) se han identificado como posibles agentes infecciosos del sistema nervioso central, pero por el momento el COVID-19 no se ha relacionado con casos de esta patología
Las manifestaciones más comunes de la encefalitis son: fiebre en un 90% de los casos, dolor de cabeza (80%), desorientación (70%), trastornos en el lenguaje (60%), cambios conductuales (40%) y crisis convulsivas (en 30-60% de los casos).
Los grupos de población con un mayor riesgo de presentar esta enfermedad son los niños menores de un año, las personas mayores, así como aquellas personas que padecen alguna patología que afecte al sistema inmunitario o estén en tratamiento con fármacos inmunosupresores.
Prevención de la encefalitis
En todo caso, evitar ingerir agua y alimentos en mal estado, protegerse ante picaduras de insectos o mordeduras de animales, especialmente en climas tropicales, vacunarse de forma correcta cuándo vamos a realizar viajes, vacunar a nuestros animales domésticos, y especialmente vacunar a nuestros niños, son y seguirán siendo los métodos más efectivos para prevenir las consecuencias devastadoras de una encefalitis.